Page 123 - CATALOGO MIGUEL ZELADA_2020_FLIP
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TEXTOS EN CASTELLANO


            Nieves quien lo presenta y analiza acertadamente su evolución: “... Hace 20 años no era difícil adivinar la gran armonía de
            tu arte, que es tu mejor señal, la de los grandes artistas, la de los que además de expresar el mundo tenéis la misión de
            crear otro mundo  caminando interminablemente...Cuánto me alegra comprobar que mis intuiciones de entonces se han ido
            confirmando... Tus retratos...me parecen de una excelente factura... Tus paisajes, cada vez de mayor sobriedad y esquema-
            tización, armonizan perfectamente con los interiores, donde el color y la fuerza compositiva respiran esa cálida atmósfera
            de lo auténtico.”
             En 1997 expone en la Casa de Galicia de Madrid y es el pintor y galerista Luis Caruncho el que hace un elogioso y acertado
            texto para el catálogo: “...A lo largo de sus últimos veinte años desarrolla su obra siendo fiel a sus postulados estéticos, con
            una coherencia rigurosa en su evolución. En algunas etapas atempera su paleta, en otras es más contundente en sus em-
            pastes, pero, en cualquier caso, siempre con un regusto por la obra bien hecha...Un trabajo realizado con amor y parsimonia
            en el que el estructuralismo de sus composiciones alienta con fuerza por debajo de sus coloraciones...”

            En los años 2002, 2004 y 2006 expone en la galería Altea de Madrid, y la temática del 2006 fue un monográfico sobre el Ca-
            mino de Santiago, que había hecho desde Roncesvalles, en año 2004 y que volvió a repetir en 2005 y en 2006 hizo el Camino
            Norte que parte de Irún. Volvería a ser peregrino en 2008, en que hizo el Camino Primitivo, que comienza en Oviedo. Esta
            experiencia nutrió su ya especial sensibilidad para sentir el lado profundo y sagrado de la vida, le permitió experimentar
            que se puede vivir mucho más despacio, que es inútil correr  y que hay muy pocas cosas que sean fundamentales para vivir.
            Quizá lo que pervive y pasa a su obra de esta época es ese latir emocionado de los cambiantes y bellos escenarios que ja-
            lonan la ruta jacobea, incluso la metafísica  del heraclitiano e indetenible pasar, que tan bien recogen los versos de Antonio
            Machado: “Caminante no hay camino, /se hace camino al andar...”
             En 2008 realizó en Atlántica una exposición dedicada a rincones de  A Coruña, que le presentó el que fuera Alcalde de la
            ciudad y Embajador de España en la Santa Sede, Francisco Vázquez, que, aunque reconoce no ser especialista ni crítico de
            arte, es hombre de amplia cultura y un enamorado de la ciudad y acierta a penetrar la emoción que palpita en estas obras:
            “...Las pinturas que componen el catálogo de la presente exposición recogen una visión estética, creativa y singular que
            convierten sus cuadros en lo que siempre debe ser la interpretación personal de un artista, su propia visión, escapando de
            la mera reproducción fotográfica... Miguel Zelada universaliza nuestra ciudad. La convierte en una obra de arte intempo-
            ral...La Coruña es una ciudad muy hermosa, pero Miguel consigue hacerla todavía más bella, reflejando en su trabajo una
            capacidad inigualable para hacerla distinta recogiendo a la vez su esencia...”
            Como acierta a ver Francisco Vázquez, hay algo que es fundamental en su quehacer: esa capacidad para captar el espíritu
            del lugar, la psicología de los personajes, o la atmósfera de un espacio, es decir, eso tan esencial y sutil que se percibe no
            con el ojo físico, sino con la mirada interior. esa mirada enamorada que vibra con el motivo y para el que busca la compo-
            sición y los acordes compositivos y cromáticos adecuados, del mismo modo que lo haría el músico. Entonces esa pintura
            “suena”, produce arpegios y melodías cromáticas encantadas, o sea que hace sinestesias, como ya dijimos.
            En 2010 expone en la galería Tizas de Madrid, en 2015 lo hace en el Real Club Náutico de A Coruña,  donde vuelve a exponer
            en 2018.

            Ha participado en numerosas exposiciones colectivas y fue seleccionado en los certámenes de pintura  de la galería Arbo-
            reda de Ferrol, en 1979; de la III Bienal de la Ciudad de Arévalo, 1983; de la II Bienal de Balconadas de Betanzos, en 1990;  y
            del 30 Certamen del Concello de Cambre, en 2014





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